jueves, 26 de febrero de 2009

Nunca más veré a ese hombre

Es guapo, fue lo primero que pensó cuando lo conoció. Una serie de malas experiencias le habían quitado toda fe en el genero masculino. Cero esperanzas. Pero eso no significaba que los hombres le produjeran rechazo...amigos, no confundamos las cosas!
Los planes del tipo lo llevaban muy lejos dentro de poco tiempo. Perfecto. Las posibilidades de algún romance mas duradero eran nulas. Justo lo que necesitaba.
Salieron a beber unos tragos. El era guapo, sin duda. Mas aun, hacia reír a la chica y compartian el gusto por un buen caño. Luego de un par de horas, las cosas tomaron su curso y una breve caminata por el parque los condujo a una habitación pequeña en casa de un amigo.
"Mañana me tengo que levantar temprano, así que voy a dormir un rato. Si quieres te tiendes al lado. No hay rollos".
Guapo se quito su reloj, lo dejo sobre el velador blanco y se tendió boca arriba, notoriamente intranquilo. Ella, entredormida ya, acerco su nariz al grueso cuello del guapo. Su brazo sobre el pecho amplio...guapo tenso.
Unas horas de amanecer que parecieron no existir jamas, dieron paso a la hora de marchar.
Dos caras horrendas de caña y mal dormir se levantan en silencio y caminan hacia el ascensor. Silencio.
Guapo posa su mano sobre el muslo de ella mientras viajan en metro hacia alguna estación.
Un beso. Otro.
"Lo pase muy bien, gracias por invitarme", dice mirándola a los ojos, como buscando una respuesta.
Ella se despide, sube al bus y cierra los ojos.
"Nunca mas veré a ese hombre", piensa mientras el bus sale del terminal.

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