




En avión llegas en 2 horas, vuelo directo, desde Santiago. En bus alrededor de 24 horas.
Así es. Como volar desde
Sudamerica a Europa.
El calor es seco durante las horas que rodean el medio
día, aplastante. No vas a la playa sin quitasol, y si tienes un local comercial lo cierras durante las horas de almuerzo. Varias horas.
Cayendo la noche entra un bruma que invita a ponerse apenas un
poleron, la humedad es notoria, pero aun es necesario dormir con la ventana abierta. Apenas una sabana es suficiente para cubrirse.
Trasladarse dentro de
Iquique es simple, hay
micros old school a 400 pesos. Eso si, se dan demasiadas vueltas, descartadas si hay apuro. Luego
están los colectivos. Con tu quina en la mano haces parar uno, dices la
dirección de tu destino y el conductor indica si va en esa
dirección o no. De coincidir tu destino con el recorrido del chofer, te subes y llegas donde quieres por esa quina. Me gusta eso.
Comida chatarra en todas las esquinas. Pareciera que la base alimenticia de los
Iquiqueñosson los completos y las papas fritas.
Salchipapas le llaman a esos locales.
Están en todas las
equinas, impresionante. Obviamente no abren hasta que se esconde el sol. Por lo
demás hay locales peruanos baratos y buenos, corres el riesgo si de tirarte encima uno que otro problema estomacal. Mi experiencia me dice que lo mejor es darse un
festín en los
restoranes que
están en la
bahía de la
Governacion Marítima. Estilo San Antonio. Comes como sapo. Muy rico
además.
De noche hay actividad como si fuera
sábado en la tarde; playa
Cavancha llena de gente en patines, bicicleta, jugando
volley en la arena, comiendo
algodón de
azúcar,
títeres, vendedores ambulantes, extranjeros,
música...todo pasando.
Se nota
inversión en las playas, sobre todo
Cavancha; limpia, llenas de turistas, quitasoles por doquier,
ciclovias, caminatas de piedra y madera, hasta hay una especie de
mini acuario con tortugas, cocodrilos y peces
Koi!
El centro, por otro lado, es un poco decadente. Me hizo pensar en San Antonio y
Melipilla. Construcciones viejas a punto de caer. Negocios pequeños con estantes y vitrinas de otras
décadas. Calles pequeñas, callejones turbios, personajes
escurridizos que deambulan por
ahí, esperando que alguien se descuide.
Mucho pastero; en las plazas y sectores cercanas a las
bahías andan como
zombies buscando una moneda para lo que sea que su cuerpo reclame.
Los juegos que se ubican a
continuación del
Skate Park de Playa Brava (uno de los mas grandes de
Latinoamerica) son una importante
atracción para los menores. Esos
típicos juegos de metal y
plástico, en colores
básicos, como los del Parque Forestal o Parque
Bustamante, pero en cantidades! Deben haber a lo menos 10 de esas estructuras, una tras otra. De espalda hacia el mar, unos 10 juegos
inflables invitan a los niños a agotar las ultimas
energías del
día.
El
Agro es diferente al de Arica; de partida esta dividido en varios galpones. Mucha ropa de marca a precios demasiado altos para ser ropa usada. Comerciantes astutos. La
mayoría de la ropa de mujer es chula; petos brillantes,
lencería de colores, pantalones de "
minita", carteras de marca, cinturones.
El sector del
agro dedicado a las frutas y verduras es penosamente pequeño; apenas un pasillo. Hay diversidad de productos si, los precios, nada tan maravillosamente barato.
Rescato de la
Zofri los precios del copete y las tiendas importadoras de la India. Nada mas. No me interesan ni los perfumes de marca ni los
electrodomésticos.
Iquique es una ciudad ostentosa, de muchos edificios que se alzan en contraste con los cerros imponentes de arena, demasiados autos botados y circulando con conductores imprudentes, de gente chula que gusta de los teñidos rubios, los autos y el
reggaeton. Si bien las playas y el clima son bondadosos, y siempre tienes buen trago en la mano que conseguiste barato en la
Zofri, la falta de preocupación por la limpieza y el respeto por el otro hacen de
Iquique una ciudad que nunca me
recibirá por mas tiempo que unas vacaciones largas.